Investigadores han encontrado un fragmento de la cruz de Cristo en el interior de un relicario medieval; se trata del primer engolpion fabricado en oro descubierto y se guardaba detrás de la mesa del altar, considerado el lugar más sagrado de un templo, de una iglesia recién descubierta en Veliko Tarnovo, Bulgaria.

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Un relicario del siglo XII, que contiene un fragmento de la Cruz de Cristo, ha sido descubierto en una iglesia medieval hallada recientemente en Veliko Tarnovo, Bulgaria.  Se trata del primer objeto de sus características realizado en oro de acuerdo con Arqueology in Bulgaria.

La iglesia, que data del siglo XIII, no fue descubierta hasta este otoño en la fortaleza de Trapesitsa, una de las ciudadelas de la medieval Tarnovgrad, hoy Veliko Tarnovo. En su interior se han encontrado también una serie de frescos sorprendentemente bien conservados.

El nuevo hallazgo estaba detrás de la tabla del altar y dio con él un equipo de arqueólogos liderado por Konstantin Totev, de la Oficina de Veliko Tarnovo, perteneciente al Instituto y Museo de Arqueología Nacional de Sofía.

El preciado relicario es un engolpion. Característico de la Iglesia Ortodoxa del Este, se cuelgan en el pecho y guardan en su interior reliquias sagradas. En este caso se piensa que guarda un pequeño fragmento de madera de la Santa Cruz donde Jesucristo fue crucificado.

No es posible determinar técnicamente la autenticidad su procedencia, pero se da por supuesto que todos los fragmentos de madera usados como reliquia en las iglesias medievales del Este pertenecían a la Santa Cruz. En la Edad Media, en los estados ortodoxos del este, como el Imperio Bizantino y el Imperio Búlgaro, se acostumbraba a construir nuevas iglesias que alojaran objetos sagrados.

El engolpion descubierto data de la segunda mitad del siglo XII. En esa época, Bulgaria todavía era parte del Imperio Bizantino. Sin embargo, la iglesia que alojaba la reliquia es del siglo XIII, ya en el Segundo Imperio Búlgaro.

«Se trata de un engolpion muy poco común. No es casualidad que se haya encontrado en el altar en los tiempos del Segundo Imperio Búlgaro, porque era tradición incrustar valiosas reliquias santas en las iglesias», ha dicho el arqueólogo Konstantin Totev en la Televisión Nacional Búlgara.

En concreto, «fue colocado en el lugar más sagrado del templo, detrás de la mesa del altar. Y esta, a su vez, presenta claramente tres cruces. La del medio tiene una inscripción que dice: “¡Zar de la gloria”!», explica a su vez el arqueólogo Nadezhda Boteva.

Cabe destacar que el relicario pesa 75 gramos y mide 11 centímetros de alto, 5,5 centímetros de ancho y 1 centímetro de grosor. Los arqueólogos creen que se hizo en un taller de joyería en Constantinopla, la capital de Bizancio.

La parte frontal presenta una imagen de la crucifixión de Jesucristo, mientras que la parte posterior lleva una imagen de la Virgen María con los brazos en posición vertical, con Cristo encerrado en un círculo en su vientre. Se trata de una representación conocida como «Oranta», que quiere decir, «rezando». También cuenta con santos y arcángeles representados dentro de imágenes de medallones.

H/T – Misteryplanet