Un turista de nacionalidad brasileño visitó el museo un día domingo, cuando la entrada es gratuita, imaginándose un día relajado y tranquilo para culturizarse más, pero lo que resultó fue totalmente distinto.

Resulta que el turista se aproximó a una estatua del siglo XVIII, la cual se encontraba en el Museo Nacional de Arte Antiguo de Lisboa, en Portugal, con la finalidad de tomarse una selfie, pero terminó destruyéndola.

La escultura era de San Miguel Arcángel y quedó hecha pedazos. Incluso, uno de los visitantes que se encontraba en la zona tomó fotografías de la estatua destruida y, posteriormente, la compartió en Facebook con la siguiente descripción: “El precio que se debe pagar por las entradas gratuitas del primer domingo de cada mes”.

Mientras tanto, el subdirector del museo comentó: “Llevo muchos años trabajando en el museo y no recuerdo que haya pasado algo similar”.

Sin embargo, existen otras versiones del hecho que comentan que el turista brasileño no intentó hacerse una selfie, sino que estaba tomando fotografías en general y con el objeto de tener un mejor ángulo comenzó a caminar en reversa, golpeando así la estatua, la cual cayó al suelo, haciéndose pedazos.

No obstante, el pobre turista tiene un rayito de esperanza, pues según comentó el personal del museo, la restauración de la estatua será complicada, pero no imposible.

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