¿Te atreverías a ir a una cita en la que no puedes hablar? De eso precisamente se trata el «Shhh daiting»: Un hombre y una mujer, frente a frente en un bar, una luz tenue, cervezas y una música lánguida… Tienen 90 segundos para explicárselo todo, pero sin hablarse, sólo con la mirada.

La nueva modalidad de citas es la última moda en Londres, una ciudad insaciable cuyos habitantes aman por encima de todo reinventar la noche, la fiesta, los encuentros, las relaciones, los momentos de ebriedad.

La velada, bautizada como «Shhh dating» (contactos silenciosos), tiene lugar en el sótano de la escuela de danza Farr’s, en un bar a la antigua situado en Dalston, un barrio de moda en el norte de la capital británica.

Aunque 90 segundos pueden parecer poco, a veces son muy largos cuando no hay complicidad. En ese caso algún rostro se tensa, las miradas tienden a esquivarse y las sonrisas son forzadas.

Al final de la velada, los participantes, satisfechos en conjunto por la experiencia, anotan en una hoja los nombres de las parejas a las que querrían volver a ver. Para charlar, esta vez.

Adam Taffler, actor y empresario cultural, tuvo la idea durante un viaje a Australia. «Hablábamos regularmente por teléfono con mi novia, y al final de nuestras charlas nos callábamos un momento para escuchar nuestras respiraciones», dijo.

«Era tan íntimo que nos dijimos que habría que organizar encuentros donde, más que hablarse, la gente se mirara a los ojos», añadió Taffler, con traje oscuro, camiseta blanca de cuello redondo, y barba negra coronada por un bigote espeso de forma daliniana.

La idea, añade, es recuperar un poco de naturalidad en un mundo en el que la palabra sirve a menudo para disimular nuestra personalidad, sea por timidez o de manera calculada.

«Con las palabras introducimos una cierta percepción de nosotros mismos. La idea es dejarlas de lado, porque los ojos no mienten», agregó.

H/T – El Nacional