La actriz británica, Emma Watson, quien saltó a la fama por su papel de Hermione en la saga de Harry Potter, ahora se ve envuelta en el escándalo de los Papeles de Panamá. Se trata de la filtración de información más grande desde Wikileaks.

Son más de 11 millones de documentos en forma de mails y registros de la firma Mossak Fonseca que abarcan un período comprendido entre 1977 y 2015. Participaron 376 periodistas de 76 países que unieron sus esfuerzos de investigación durante un año. Hay 12 líderes mundiales, 61 familiares del poder (es decir, parientes de políticos o empresarios influyentes), 128 políticos o ex funcionarios y 29 magnates y millonarios.

Según señalan los documentos, Emma Watson abrió una compañía «offshore» en las Islas Vírgenes, tal como reseñan hoy los medios del Reino Unido a partir de los llamados Papeles de Panamá.

Watson, de 26 años, registró en 2013 la compañía Falling Leaves Limited, y según el Daily Mail, la actriz utilizó la firma «offshore» para comprar una casa en Londres por valor de 2,8 millones de libras (4 millones de dólares).

Sin embargo, un portavoz de la estrella británica aseguró que Watson no tenía intención de utilizar esa firma en el paraíso fiscal para evadir impuestos, sino «con el único propósito de proteger su anonimato y seguridad».

«Las empresas del Reino Unido deben hacer públicos los detalles sobre sus accionistas, por lo que no otorgan el anonimato requerido para proteger la seguridad personal», sostuvo ese portavoz.

«Las compañías ‘offshore’ no hacen públicos los detalles sobre sus accionistas. Emma no recibe absolutamente ninguna ventaja fiscal o monetaria de su compañía ‘offshore’, en absoluto, sino únicamente privacidad», añadió.

Falling Leaves Limited salió a la luz esta semana tras la publicación en internet de datos de 200.000 compañías en paraísos fiscales por parte del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, en inglés).

Watson es la última persona con perfil público en el Reino Unido salpicada por los Papeles de Panamá, una filtración que puso en aprietos hasta al primer ministro británico, David Cameron.

H/T – Informe21