Hay partes de la mitología que pueden considerarse bastante interesantes por diferentes razones: personajes, historias, actos heroicos, etc… Sin embargo, otros pueden ser interesantes por las similitudes que existen entre ciertos mitos poco estudiados y otros que son el santo grial de la cultura popular, un caso de estos puede ser el de la Eva de la mitología griega, Pandora.

Pandora fue la primera mujer en la mitología griega, es creada como castigo para los hombres por parte de Zeus, el cual en medio de la cólera decide crear a una mujer tan bella como una diosa, junto a una sensualidad y gracia solemne, sin embargo, el Dios Hermes se encargó de sembrar en su espíritu mentiras, seducción para que al presentarse a los hombres, estos la tomaran como un regalo de los dioses cuando en realidad estaban aceptando un sinfín de males.

La forma en la que esta trajo la desgracia está inmersa en la ambigüedad, ya que hay quienes dicen que a Pandora se le da una caja en la que se encuentran todos los males del mundo y que está por curiosidad la abre y deja que todos salgan, al momento de cerrarla, se da cuenta de que todo salió menos una cosa, en el fondo de la caja se encontraba la esperanza.

Hay otros que alegan que Pandora se casa con el hermano de Prometeo, Epimeteo, y como regalo de bodas le otorga la caja sin éste estar consciente de los males que contiene adentro, sin embargo, es advertido por su hermano, por lo que a primera instancia es rechazada y Zeus castiga a Prometeo por esto, pero a la larga Epimeteo se da cuenta de que la astucia de Zeus va más allá de lo que él cree.

Entre los males dentro de la caja se encontraban enfermedades del cuerpo y alma, ira, envidia, muerte y demás, sin embargo, hay quienes pueden considerar a pandora como una víctima más, ya que entre las versiones del mito, ella lo abre por pura curiosidad y libera los males por accidente, causando un daño a los mortales de una forma que no puede ser considerada adrede.

Otra metáfora del mito es que a pesar de los males en el mundo, hay una alegoría entre la caja y el ser humano: la de poseer a pesar de todo la esperanza en el fondo de nuestro ser.

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