Blancanieves, La Sirenita, La Cenicienta… varias son las princesas de la compañía Disney que han sido criticadas por protagonizar historias machistas. Mientras que Frozen o Moana se libran de estas etiquetas al señalar su independencia y valentía como mujeres

No te pierdas:Si ‘Titanic’ la hubieran protagonizado las princesas Disney luciría así

La productora de animación más exitosa de la historia ha sido referencia para diferentes generaciones de niños y niñas que han crecido bajo las enseñanzas de sus personajes favoritos. Pero esto no siempre es bueno, y precisamente la importancia de la educación y la transmisión de valores ha sido clave en el cuestionamiento de las tramas que ofrecen algunas de las películas de Disney más conocidas por todos.

Blancanieves, La Cenicienta, La Sirenita… ¿Por qué han sido cuestionadas estas películas? Estereotipos machistas y sexismo han sido señalados durante los últimos años poniendo en duda su función.

Blancaieves y los 7 enanitos (1938):

-Cuando ella aparece en la casa uno de los enanos dice que es MUJER y que como todas, es VENENO.

-Ella para convencerlos de que la acepten dice que sabe lavar, cocer, barrer y cocinar, y con esto último la aceptan.

Tras romper con épocas de estructuras patriarcales, la llegada de la cuarta ola feminista y el posicionamiento en las redes sociales han manifestado la necesidad de señalar estos comportamientos o cuestiones de guión a través de las historias de Disney, especialmente de sus princesas.

«Un día encantador un príncipe vendrá y dichosa en sus brazos iré… Por fin mi sueño se realizará». Lo canta Blancanieves, quien esperaba a que un hombre le salvara de morir envenenada al morder una manzana.

La voz, el físico y los besos están presentes en muchas de estas películas. En ‘La bella durmiente’, Aurora recibe buenas cualidades cuando es un bebé gracias a los hechizos de sus adas. También le pasó a la propia Blancanieves, quien se preguntaba cómo ser la más hermosa del reino. «Espejito, espejito…»

La Sirenita es el máximo exponente de esta crítica, ya que basa el crecimiento personal y los logros de las mujeres en lo que les proporcionan los hombres y en las renuncias de las mismas. En este caso, Ariel decide estar con el príncipe a toda costa, aunque eso suponga ceder su voz y su familia. «Admirada tú serás si callada siempre estás».

Otro de los tópicos machistas que refleja La Cenicienta es el enfrentamiento entre mujeres en la lucha por conquistar a un príncipe. Por no hablar de cómo son ellas las que siempre aparecen en escena limpiando. Bella cocinando para Bestia, Wendie haciéndose cargo de los Niños Perdidos de Peter Pan. Blancanieves se limita a limpiar y cocinar, Cenicienta vive oprimida en casa, Ariel sacrifica su voz, Bella tiene ambición pero vive un amor romántico de manual…

Cenicienta (1950):

-Siempre se ve a las ratoncitas, felices y limpiando

-Ella canta una canción terriblemente pelotuda con frases como ‘aunque ahora este sufriendo, si pierde la calma, no va a encontrar el amor’

Aunque no todos son malas noticias para Disney en este sentido. En los últimos años la línea ha cambiado y son varias las princesas que se han mostrado autosuficientes y rompedoras. Ya comenzó con Jasmín, que se opone a un matrimonio concertado, pero sobre todo con la nueva generación Disney encabezada por Mérida, una joven valiente que desafía al sistema, o Elsa, que busca su libertad. También Moana, que se niega a obedecer las órdenes de su padre, no necesita a un hombre a su lado y se propone ella sola la salvación de un pueblo entero.

Nivel de machismo

Las lingüistas Carmen Fought y Karen Eisenhauer realizaron una investigación para ver el nivel de machismo de estas creaciones. Solo un 11% de las alusiones a ellas en La Bella Durmiente, Blancanieves y La Cenicienta se dirigen a sus logros. El resto de diálogos celebran su belleza.

En La Sirenita, Aladdin, Mulan y Pocahontas son los hombres los que tienen el protagonismo asumiendo el 60% de los diálogos. «La conclusión es que nos han enseñado a pensar que lo normal es lo masculino», decía Eisenhaur, que resaltaba cómo Frozen o Brave tenían resultados más favorables en sus guiones. Lo curioso es que ambos están escritos por mujeres.

H/T – Elperiodico