Un Halloween aún más tenebroso

Por primera vez en más de 60 años, dos personas podrán pasar la noche en el legendario castillo de Drácula en Transilvania. ¡Y tú puedes ser uno de ellos!

Los huéspedes llegarán al castillo de Drácula la noche de Halloween, y serán los primeros desde 1948 en pasar la noche en la fortaleza ubicada en la región de Rumania… Y digo pasar la noche, porque dudo que puedan dormir.

Los invitados cenarán y tomarán vino, antes de irse a dormir en ataúdes forrados de terciopelo rojo como hacía el conde en la novela de terror de Bram Stoker que popularizó la leyenda.

El nombre actual del lugar es Castillo de Bran y es uno de los centros turísticos más conocidos de Rumania, con más de 630.000 visitantes al año. Es famoso por su conexión con Vlad el Empalador, un príncipe de la vida real que se alojó allí en el siglo XV y tenía la cruel costumbre de usar estacas para empalar a sus víctimas. Vlad inspiró la historia de Stoker sobre el conde Drácula.

Las dos personas, que dormirán en el castillo la noche del 31 de octubre, serán escogidas a través de un concurso lanzado por Airbnb, una aplicación que permite alojarse en casas o departamentos. Los interesados deben usar su «ingenio vampírico» para imaginar qué le dirían al conde Drácula si se lo encontraran. Los ganadores recibirán un viaje a Rumania y serán trasladados al castillo.

Los organizadores aseguran que habrá camas disponibles, por si tienen demasiado miedo como para dormir en los ataúdes.

El anfitrión del concurso será un descendiente de Bram Stoker, Dacre Stoker. «Quiero que sea realista y muestre la leyenda en el maravilloso país que lo inspiró todo», dijo en una entrevista. Stoker interpretará el papel de Jonathan Harker, un personaje de la novela que conoce a Drácula en el castillo.

Cuando los ganadores lleguen en un carruaje tirado por caballos, Stoker tiene previsto recibirlos con las mismas palabras que usó Drácula en la historia de su antepasado:

«Bienvenido a mi morada. Entre libremente, por su propia voluntad, y deje parte de la felicidad que trae».

Las normas de Airbnb para la noche son sencillas: ni ajo ni joyería de plata, ambas armas de las historias de vampiros. También hay una advertencia, «el conde no es fan de las selfies en espejos», que alude a la creencia de que los vampiros no se reflejaban en ellos.

 

Actualmente una empresa rumana gestiona el castillo, que se alquila para bodas, fiestas y eventos corporativos. Nadie ha pasado la noche allí desde que Hapsburg y su familia fueron exiliados de Rumania, hace casi 60 años.

H/T – Clarín