El arma de madera es un bastón arrojadizo fabricado por los miembros de la especie ‘Homo heidelbergensis’, y tiene rasgos comunes con armas de los aborígenes australianos.

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Arqueólogos de la Universidad de Tubinga, en Alemania, han comunicado que un bastón arrojadizo hallado en 2016 durante unas excavaciones en una mina cerca del pueblo de Schöningen, en la Baja Sajonia, fue creado hace 300.000 años.

Se trata de un palo de abeto de 64,5 centímetros de largo y ligeramente curvado, similar a las armas utilizadas por los aborígenes australianos paralelamente a los bumeranes. De hecho, se parecen tanto que el antiguo objeto presenta marcas de uso análogas a las que tienen los bastones arrojadizos de los pueblos primitivos del pasado reciente, indica el profesor Nicholas Conard, citado por la agencia DPA.

«Podemos comparar las marcas de impacto en el área central con los bastones arrojadizos de Australia y Tasmania. Esto nos dijo por primera vez para qué se utilizó el instrumento», señala.

Aproximadamente dos décadas antes del hallazgo del bastón, en el mismo yacimiento fueron encontradas ocho jabalinas y lanzas de abeto, también datadas de alrededor de hace 300.000 años y conocidas como las lanzas de Schöningen. Esto significa que sus fabricantes —se trataría de miembros de la especie ‘Homo heidelbergensis’, predecesora de los neandertales— utilizaban en la caza un arsenal diverso y especializado, en el que los bastones arrojadizos tenían sus propias funciones, sugieren los científicos.

«Son armas efectivas a diferentes distancias, entre otras cosas cuando cazan aves acuáticas. […] Además, es probable que el bastón se utilizara para sorprender y conducir hacia cierta dirección los mamíferos más grandes, como los caballos que a menudo se cazaban a orillas del lago Schöningen», afirma el doctor Jordi Serangeli.

El descubrimiento de las lanzas de Schöningen, que proporciona un vistazo a la cultura material de nuestros antiguos antepasados aparte de la industria de piedra, fue posible gracias a las condiciones inusualmente favorables del lugar, creadas por un lago que existió cerca del yacimiento, opina Conard.

«Solo gracias a las condiciones para la conservación fabulosamente buenas de los sedimentos de Schöningen, cercanos al lago y saturados de agua, podemos documentar la evolución de la caza y el uso variado de herramientas de madera», indica.

«Las posibilidades de recuperar objetos de madera al excavar sitios paleolíticos suelen ser insignificantes. […] El sitio de Schöningen proporciona las herramientas de madera paleolíticas y armas de caza más numerosas e importantes», señala.

R/T – RT