Todo un planeta cubierto de las que en la Tierra son cotizadas gemas: rubíes y zafiros, se encuentra a tan solo veintiún años luz de distancia.

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Para los investigadores de las universidades de Cambridge y Zurich, responsables del hallazgo, este mundo al que han dado por llamar planeta HD219134 b, se encuentra prácticamente a la vuelta de la esquina, y por cierto está a la vista de los científicos desde hace tres años.

La estructura y composición interna de este nuevo mundo son tan diferentes al resto que los investigadores han propuesto la creación de una nueva categoría planetaria que pueda englobar planetas exóticos como éste. Entre los cerca de 4.000 mundos estudiados hasta ahora, solo tres son lo suficientemente extraños como para pertenecer a la nueva categoría propuesta.

De acuerdo a las especificaciones de los investigadores, el planeta se encuentra en la constelación de Casiopea. Es sólido y con una masa casi cinco veces mayor que la de la Tierra, por lo que está asignado a la categoría de las supertierras. Orbita muy cerca de su estrella madre, con un período de revolución de solo tres días.

Explican que a diferencia de la Tierra, HD219134 b no tiene un masivo núcleo de hierro, sino un corazón rico en calcio y aluminio y «por lo tanto, en piedras preciosas», asegura Caroline Dorn, astrofísica de la Universidad de Zurich y miembro del equipo que lo descubrió. Según sus palabras este planeta «podría estar cubierto de zafiros y rubíes, que no son otra cosa más que óxidos de aluminio».

Para los investigadores, HD219134 b es, junto a 55 Cancri y WASP 47, el tercer planeta descubierto con una composición y estructura interna tan exóticos. El primero es el planeta más denso jamás observado (ocho veces más denso que la Tierra a pesar de ser apenas un poco más grande). En palabras de Dorn, estamos ante una nueva categoría de supertierras, «formadas a partir de condensados de alta temperatura y cuyos miembros serían mucho más comunes que las detecciones realizadas hasta ahora».

A la socorrida pregunta sobre si son estos exoplanetas propicios para albergar vida como la conocemos, los investigadores afirman que no es  posible. Una razón primordial es que las diferencias con la Tierra,  son enormes. Para empezar, orbitan muy cerca de sus estrellas, lo que implica muy altas temperaturas en superficie. Y después, con una estructura interna tan diferente a la de la Tierra, esta clase de mundos no puede generar campos magnéticos que protejan a la vida de la radiación.

Por último, según sostienen también su atmósfera y sus mecanismos de enfriamiento son completamente diferentes a los terrestres. Por estas primordiales razones concluyen: si hubiera algún tipo de vida allí, sería totalmente distinta a la nuestra.

H/T – Miamidiario