Han hallado, en la región asiática de Mongolia, un esqueleto en perfecto estado de un dinosaurio desconocido hasta la fecha.

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Esta especie posee una fusión de características tan peculiar que ha dado forma a una nueva clase de depredador semiacuático relacionado con el Velociraptor. El nombre de este extraño espécimen es Halszkaraptor escuilliei y tiene aproximadamente 75 millones de años.

El descubrimiento fue posible con la ayuda de un sincrotrón 3-D, un acelerador de partículas que puede observar estructuras moleculares como si fuera un potente microscopio.

El espécimen se reconstruyó así en tres dimensiones mediante microtomografía de rayos X de resolución múltiple, indica Muy Interesante.

«Esta técnica es actualmente el método más poderoso y sensible para obtener imágenes de detalles internos sin dañar fósiles invaluables. El Laboratorio Europeo de Radiación Sincrotrón (ESRF) se ha convertido en el líder mundial de imágenes de rayos X de alta calidad de tales especímenes preciosos» señala uno de los investigadores, Paul Tafforeau.

El estudio ha permitido dos cosas: la descripción de un nuevo género y especie de dinosaurio, con un gran similitud a un ave que vivió durante la etapa Campaniense del Cretáceo en Mongolia, y la muestra de un estilo de vida totalmente diferente para los dinosaurios rapaces.

Cabe destacar que el Halszkaraptor escuilliei fue un depredador semiacuático cercano al Velociraptor y muy parecido a los cisnes actuales

Los terópodos abarcaban a todos los dinosaurios carnívoros. Durante 160 millones de años de la Era Mesozoica, estos se convirtieron en los depredadores dominantes en todos los continentes.

Sin embargo, nunca se habían encontrado pruebas de su supremacía en ambientes acuáticos. El fósil, Halszkaraptor escuilliei, apodado «Halszka» demuestra que algunos dinosaurios parecidos a los pájaros adoptaron un estilo de vida semi-acuático.

Esta especie es única en muchos sentidos, debido a que no pertenece a ninguno de los grupos de depredadores conocidos hasta el momento, incuso, posee una serie de características que en su mayoría no se hallan entre los demás dinosaurios, pero sí coinciden con grupos de reptiles y aves de ecologías acuáticas o semiacuáticas.

De esta forma, los datos de ESRF revelaron que el fósil representa un nuevo género y especie de dinosaurio anfibio que caminaba sobre dos patas en tierra, con adaptaciones posturales similares a las de los patos, pero usaba sus extremidades anteriores como aletas para maniobrar en agua (como pingüinos y otras aves acuáticas), confiando en su largo cuello para buscar comida y para emboscar.

A simple vista, Halszka se asemeja bastante a la figura de un cisne actual. No obstante, tiene otras particularidades como las garras en forma de hoz en sus pies, como las del Velociraptor.

“La primera vez que examiné el espécimen, incluso cuestioné si era un fósil genuino. Esta mezcla inesperada de rasgos hace que sea difícil ubicar a Halszka dentro de las clasificaciones tradicionales», comenta la investigadora Andrea Cau.

Y es que hasta ahora, el Halszkaraptor escuilliei es el espécimen para el que mayor cantidad de experimentos se han realizado en un único fósil.

H/T – Frontera