Un día podrías verte aspirando aire fresco en una isla solitaria idílica, con el limpio océano a tus pies y tus brazos bañados en luz cálida mientras el sol se pone sobre unas aguas que ondulan levemente, sí, y esto a través de implantes de imágenes holográficas en tu cerebro.

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Un clan de examinadores de la Universidad de California en Berkeley, Estados Unidos, se encuentra en las primeras fases de cotizar su capacidad para crear, editar y eliminar experiencias sensoriales de nuestros cerebros, tanto en tiempo real como en nuestros recuerdos almacenados.

¿Pondrías tu cerebro en manos de científicos que pueden inventar mundos inmersitos e inclusive engañar a tu mente para que piense que estas fotografías son reales? Este dispositivo de seudocientíficos está tratando de aplicar ingeniería inversa a las experiencias mediante la estimulación de las neuronas para que exciten los mismos patrones neuronales.

En la actualidad, los pasos para alcanzar esto son un poco invasivos. Los científicos modifican genéticamente las neuronas con proteínas fotosensibles para que puedan manipular con cuidado las neuronas empleando la luz. Es lo que sabemos cómo optogenética, para la que además se debe implantar quirúrgicamente una placa metálica sobre el área objetivo.

En el nuevo estudio, los científicos anunciaron un primer paso esencial para simular sensaciones falsas en el cerebro humano que son tan reales que nuestros cerebros pueden pensar que realmente son nuestras, que las experimentamos en algún momento.

Los examinadores Nicolas C. Pégard, Alan R. Mardinly e Ian Antón Oldenburg (con la vigilancia de Hillel Adesnik), detallaron como ‘hackearon’ los cerebros de ratas de laboratorio para inventar tales fotografías falsas. Utilizaron flashes de encendedor láser en el cerebro para activar o eliminar las neuronas individuales. Al crear esto, pudieron simular patrones que imitan la versión cerebral. Así, probaron a exponer estímulos visuales en forma de obstáculos holográficos, que los ratones que corrían trataron eludir de forma activa.

La tecnología usada para producir los hologramas se denomina “optogenética sin escaneo 3D con enfoque temporal” o 3D-SHOT. Una pantalla de cristal líquido actúa como un negativo fotográfico, sin embargo para hologramas. Usando este negativo, los científicos moldean los láseres en patrones 3D a su elección, dentro del cerebro. Luego, los pulsos láser se disparan cada milisegundo en ráfagas para sostener el holograma.

“Al mismo tiempo que usábamos nuestros hologramas, conseguimos visualizar las neuronas parpadear”, explica Alan R. Mardinly.

Los científicos además grabaron secuencias de vídeo de lo que estaban viendo dentro del cerebro de los roedores. Las neuronas activadas brillaban de color verde fluorescente, mientras que las flechas púrpuras indicaban la luz láser que las activa.

Pero no fue 3D-SHOT lo que más llamó la atención: “El ingenio del dispositivo nos condujo al avance del estudio: la capacidad de liderar y disparar neuronas específicas sin causar que las neuronas vecinas activen. Sabíamos que cada neurona tiene su propio objetivo distante que está tratando de lograr, sin embargo a menos que puedas ingresar y escribir un patrón en una neurona y no en la neurona vecina, no teneis la capacidad de crear preguntas sobre lo que está sucediendo y lo que significan estos distintos patrones”, explica Oldenburg.

Para algunos observadores, el ensayo invita a efectuar comparaciones con la ciencia ficción y los temores de que esta tecnología se use inevitablemente para el dominio mental o la manipulación emocional. Los examinadores rechazan este tipo de pensamiento. Primero, solo porque en un ratón pueda hacerse, no significa que en un humano sí.

H/T – Hoyfrases