Un proyecto lanzado para estudiar el interior de las pirámides egipcias descubrió dos cavidades anómalas dentro de la pirámide de Keops, la más grande de Egipto.

Según informa la revista ‘Live Science’, el grupo de científicos de ScanPyramids, apoyados por la Universidad de El Cairo y el Instituto de Innovación y Preservación del Patrimonio (HIP) de Francia, encontraron las cavidades utilizando métodos no invasivos, como la detección de muones, la termografía infrarroja o la fotogrametría.

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Los expertos señalan que una de estas cavidades fue detectada en la zona superior de la pirámide y otra en la parte nordeste de la misma. Aún se desconocen sus dimensiones exactas y para qué fueron construidas.

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Sin embargo, el reciente hallazgo ya ha provocado escepticismo en el mundo arqueológico. Zahi Hawas, exministro de Antigüedades de Egipto y uno de los egiptólogos más controvertidos del mundo, afirmó a la revista ‘Seeker’ que en la pirámide no existen cámaras secretas y «que este tipo de anomalías tienen que ver con la forma en que la pirámide fue construida».

Los egiptólogos coinciden en que la pirámide, así como la tumba del faraón, fue construida para ser inviolable. Por lo tanto, es posible que las anomalías sean signos de obstáculos para proteger a los gobernantes de Egipto después de la muerte.

Lo cierto es que el proyecto ScanPyramids, según su página oficial, busca descubrir nuevas pistas para entender cómo esta enorme pirámide fue construida en tan solo 25 años, pues estamos hablando de una pirámide de 146 metros de altura.

Conocida también como la Gran Pirámide de Guiza o la Pirámide de Jufu, es considerada una de las siete maravillas del mundo antiguo y, al igual que otras pirámides en Egipto, fue diseñada como tumba para un faraón.

H/T – RT