Muchos coincidimos que Budapest es una de las ciudades más hermosas de Europa, sobre todo porque es muy conocida por sus espectaculares puentes que cruzan el Danubio, sin embargo, en ellos se esconde un misterio y si le tienes miedo a las arañas ¡Prepárate!

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La imagen del Parlamento de Hungría completamente iluminado de noche y reflejando las tranquilas aguas del Danubio es una de las imágenes que más impresionan en el mundo, y que hacen de Biudapest una de las capitales más visitas del mundo.

Y es que pasear por las orillas del gran Danubio y respirar la paz de Budapest es una experiencia única, sin embargo, hay un misterio que aquí se esconde y que pocos conocen.

Diez y media de la noche: una hora ideal para dejarte llevar por tus pasos y caminar junto al Danubio, mientras escuchas el murmullo de sus aguas y contemplas una belleza única. El Puente de las Cadenas, el Puente de la Libertad y el Puente Margarita estarán esperándote con sus vistas inmejorables para que cruces de Budapest y viceversa todas las veces que quieras, empapándote de la belleza de una ciudad que supera todas las expectativas, especialmente con el cielo completamente oscuro.

Pero hay algo que no quizá no sepas y es que estos puentes no son simples estructuras abandonadas de madrugada que acogen los pasos de los transeúntes despistados por la noche; en ellos también habitan unos seres que suelen permanecer escondidos por el día y que salen a la luz cuando cae el sol, así que camina con los ojos abiertos porque en el camino te encontrarás decenas de arañas.

Sí, los famosos y espectaculares puentes de la capital húngara están plagados de arácnidos, que han aprovechado las caprichosas formas de los mismos para hacer allí su hogar, llenándolas de telas perfectamente tejidas y que puedan pasar desapercibidas a simple vista.

Pero atención: no esperes encontrarte sólo pequeñas arañitas o las típicas de patas largas, también las hay de cuerpos considerablemente grandes, tanto que harán que te dé un escalofrío. Ellas están repartidas por todo el puente, incluso en las estatuas.

Lo curioso de esto es que la mayoría de los viandantes no se dan cuenta de que existen e, incluso, se apoyan en el puente con tranquilidad.

H/T – Viajestic