La historia real que inspiró la película ‘El Conjuro 2’ es más aterradora que la propia cinta estrenada este año. Continúa leyendo para que descubras la verdadera historia de la casa Enfield… ¿La familia Hodgson vivió 18 meses de terror o se trató de una gran farsa?

Todo comenzó el 31 de Agosto de 1977 cuando dos hermanas, Janet y Roses, intentaban dormir y su descanso fue interrumpido por extraños ruidos, lo que les hizo llamar a su madre. Molesta porque pensaba que se trataba de una broma de sus hijas, entró a la habitación y varios muebles se movieron solos. La madre, asustada, llamó a la policía y así es como comenzó la escalofriante historia.

Vea también: Así luce la aterradora Monja de ‘El Conjuro 2’ en la vida real

Según narran los registros, los oficiales de policía revisaron minuciosamente el lugar y no fueron capaces de encontrar a nadie o algo fuera de lo común, hasta que fueron testigos de uno de estos sucesos paranormales. En el informe presentado por uno de los funcionarios se explica el momento en que observaron cómo una silla del comedor se desplazaba sola a través del pasillo.

Pasaron los días y los sucesos paranormales comenzaron a empeorar. Los muebles se movían solos, los platos salían volando y se intensificaron los extraños ruidos que proveían de las paredes. Desesperados llamaron a uno de los investigadores paranormales más importantes del momento: Maurice Grosse. El experto dedicó 6 meses a investigar el caso y explicó que cuando llegó allí, durante un tiempo no sucedió nada, hasta que un día pudo ver como “piezas de lego cruzaban volando la habitación, y canicas. Y lo más extraordinario es que, cuando las cogías del suelo, estaban calientes, lo que es un signo claro de actividad poltergeist”.

Poco después, también colaboraron en el caso Ed y Lorraine Warren, un matrimonio también célebre por sus investigaciones sobre el mundo paranormal y cuyos casos sirvieron de inspiración para la primera y segunda parte de ‘El Conjuro’.

Por su parte, Anita Gregory, una psicóloga cuyo objetivo era demostrar que toda esta historia era una farsa, afirmaba que esta historia fue un gran montaje que involucró a policías, reporteros y especialistas en el área paranormal. Uno de sus argumentos principales para deslegitimar el caso, es que durante los periodos en que las niñas hablaban con voces extrañas, cuando se suponía que los espíritus se manifestaban a través de ellas, no dejaban que nadie entrara en la habitación.

Esta es una grabación de lo que podía oírse:

Lo curioso es que la familia nunca recibió ni un centavo por la historia, es decir, fueron sometidos al escarnio público sin ninguna clase de retribución, lo cual les da el beneficio de la duda.

 

Investigadores paranormales aseguraron que el fenómeno ocurrido en la casa Enfield era un poltergeist, que describen como un fenómeno paranormal perceptible, ya sea de forma violenta o no. Dicen que la familia logró dominar el miedo, por lo que el poltergeist perdió interés en los habitantes de la casa y con ello los extraños sucesos fueron desapareciendo.

H/T – SuperCurioso