Unos científicos que estaban estudiando la estrella más extraña jamás vista está cerca de terminar su investigación sobre una aparente estructura extraterrestre, gracias a una campaña que realizaron con el fin de conseguir fondos.

El grupo de astrónomos celebra esta noticia gracias al éxito que tuvo la campaña de “croefunding”, en la que cualquiera puede hacer una pequeña aportación económica. Por medio de la misma se consiguieron los fondos suficientes para investigar, durante un año, si realmente nos encontramos ante el descubrimiento de una gran estructura extraterrestre alrededor de la estrella KIC 8462852.

El equipo logró reunir más de 100.000 dólares en menos de un mes, con el propósito de financiar la investigación  y esperan que en un año puedan llegar a la conclusión definitiva sobre la causa de las inexplicables alteraciones en el brillo de esta estrella, la cual se ubica a 1.480 años luz de distancia respecto a la Tierra.

Todo comenzó el año pasado, cuando Tabetha Boyajian, astrónoma de la Universidad de Yale, tuvo la iniciativa de dirigir a un grupo de científicos llamado “Planet Hunters” o “Cazadores de Planetas”, con el fin de examinar los datos recolectados por la sonda Kepler, en busca de señales de exoplanetas que hubieran sido ignorados por las computadoras.

Kepler está diseñada para buscar mundos fueras del Sistema Solar a través de la mediación de la luminosidad de una estrella cuando pasa un planeta delante de ella, oscureciendo un poco sin brillo; sucediendo así con la estrella KIC 8462852.

Sin embargo, la incógnita con esta estrella radica en que Kepler no sólo la marcó como interesante y candidata a albergar planetas sino que durante el análisis se notó que aunque una estrella disminuye durante unas horas su luminosidad en cerca 1% y a intervalos regulares, cada vez que el planeta descubierto pasa por delante de ella, en el caso de la KIC 8462852 el brillo cayó hasta un 22% y el oscurecimiento se prolongó durante cerca de 80 días.

Por lo que los investigadores empezaron a especular sobre el origen de ese comportamiento, sospechando que no se trata de un planeta lo que pasa delante de la estrella; es algo mucho mayor, además, los pequeños oscurecimientos provocados por un tránsito planetario se producen de forma regular, una vez por órbita y no, como en este caso, siguiendo un patrón aleatorio.

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H/T – abc