Tras el éxito de «It», el mundo revivió el miedo al payaso asesino y no es para menos, pues se han registrado casos en la vida real como el ocurrido el 26 de mayo de 1990 en Wellington (Florida).

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Hace 27 años sonaba el timbre en casa de Marlene Warren, la mujer nunca imaginó lo que le esperaba al abrir la puerta. Lo primero que vio fue a alguien vestido de payaso y unos segundos después, la escalofriante figura acabó con la vida de Warren.

Tuvieron que pasar 27 años, para que el caso que aterrorizó al estado de Florida fuera finalmente resuelto y todo gracias a una prueba de ADN.

En ese entonces, las autoridades revelaron que el payaso asesino sostenía un ramo de flores y dos globos al tocar el timbre. Cuando Warren abrió la puerta, sin mediar palabra, el extraño le cedió los globos a Marlene, sacó un pistola y disparó a su cabeza. Varios vecinos salieron de sus casas al oír el disparo.

Unos segundos después, se asomó del interior de la casa el hijo adolescente de Marlene, quien fue testigo de como la silueta extraña se alejaba lentamente hasta bajar las escaleras por donde huyó. Su madre moriría solo dos días después en el hospital.

“Es lo más extraño que he visto en mis 19 años de policía”, dijo a los medios el sheriff Bob Ferrell.

El escalofriante asesinato hizo que los vecinos se sintieran vulnerables y aterrorizados por un buen tiempo (¿cómo culparlos?). La policía estaba desconcertada por las extrañas circunstancias del homicidio, y los investigadores alertaron a muchos residentes de Wellington, una comunidad ubicada a 24 kilómetros de West Palm Beach, que tuvieran mucho cuidado si se topaban a una persona vestida de payaso.

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Inicialmente habían dos sospechosos. Una mujer llamada Sheila Keen, a quien la policía le seguía la pista y dos semanas después del asesinato habían pinchado los teléfonos de su casa. El otro era el marido de Marlene, Michael Warren, quien cinco meses después del asesinato, se entregara a las autoridades y declarado culpable de extorsión por operar en una tienda que vendía partes de vehículos robados para luego cobrar por reclamos de seguros. El hombre cumplió casi cuatro años de pena en la cárcel.

La policía creía que ambos tenían una aventura en secreto, además estaba el tema del pago de un seguro de vida de cinco cifras que cubría a la víctima junto a la propiedad completa para Michael Warren.

Sin embargo, con los años  el caso se convirtió en un laberinto sin salida para las autoridades, hasta que en el 2014 se reabre el caso. Comenzó entonces una nueva investigación sobre el conocido como “payaso asesino”, y esta vez con la tecnología y el ADN, los detectives acumularon suficientes pruebas para determinar la identidad del asesino.

Tras revisar todas las pistas iniciales, la evidencia volvió a apuntar a la misma persona: Sheila Keen. La mujer, ahora de 54 años, se había casado en el año 2002 en Las Vegas con Michael Warren, el viudo de Marlene. De esta forma, Sheila fue detenida en la casa que compartía con él en Abingdon, Virginia, y los detectives determinaron que el móvil del asesinato fue el romance que estaba teniendo con el marido de la víctima en el momento del homicidio.

H/T – Gizmodo