Sucedió que empezaba a caer la tarde el pasado sábado en la ciudad amazónica de Pucallpa, en la zona centro-oriental de Perú, cuando, de repente, apareció una bola de fuego en el cielo.

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La bola de fuego descendía rápidamente y dejaba una estela blanca y gruesa. «¡Mira el meteorito, mira el meteorito!», decían en uno de los caseríos de la zona, según registró en un video de YouTube uno de sus residentes.

En Pucallpa observaron el fenómeno de pasada. Pero fue en Puno, casi 2.000 kilómetros al sur de la primera ciudad, que el misterioso objeto aterrizó, el cual no causó daños humanos ni materiales.

Tres días después, las autoridades aeroespaciales de Perú todavía intentan descifrar exactamente qué es y de dónde provino.

La compañía sin fines de lucro Aerospace señaló en su portal web que el objeto fue avistado reingresando en la atmósfera el 27 de enero sobre Pucallpa, en el norte de Perú.

Lo que sí confirman es que no fue un meteorito y que en la misma ciudad de Puno cayeron tres objetos con forma de esfera y uno que parece una pieza metálica irregular, según le dijo este martes a BBC Mundo Gustavo Henríquez, secretario general de la Comisión Nacional de Investigación y Desarrollo Aeroespacial de Perú (CONIDA).

Henríquez señaló también que el trayecto del objeto incandescente fue de este a oeste y que también se observó el fenómeno en el estado amazónico de Acre, en Brasil.

En este sentido, Henríquez dijo que «lo más probable» es que se trate de tanques de combustible de satélites, aunque una comisión de la agencia peruana que viajó a Puno aún debe confirmarlo.

Las autoridades estadounidenses, por su parte, informaron que un «cuerpo de cohete ruso SL-23 reingresó en la atmósfera el 27 de enero de 2018 sobre Sudamérica (cerca de Perú) a las 11:32 pm GMT (6:32 pm hora local) aproximadamente».

Aunque también figuran otros datos, como que el «cuerpo del cohete» que reingresó a la Tierra hace parte de una misión espacial para el lanzamiento del llamada AngoSat 1, el primer satélite de comunicaciones de Angola.

Mientras tanto, en las imágenes divulgadas por la prensa local puede verse cómo los lugareños han incluso removido uno de los objetos para revelar el cráter «de más de 30 centímetros» que dejó en el suelo.

H/T – BBC