El estudio de los bosques en una isla de Panamá durante 30 años certifica esta relación sobre los árboles gigantes.

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La revista Science publicó un estudio sobre la importancia de la clasificación de los árboles, el papel que tienen en la biodiversidad de los bosques y cómo ayudan a combatir el cambio climático.

Por ejemplo, existen árboles gigantes denominados ‘pioneros de larga vida’ que, si bien son de reproducción lenta, contribuyen en gran medida al proceso de captación de carbonos y el aumento de la biomasa.

Científicos ubicados en la selva de la isla Barro Colorado, un territorio de Panamá famoso por su biodiversidad de flora, recolectaron datos durante 30 años para elaborar este documento.

Esos investigadores determinaron que los bosques tropicales son un componente fundamental para el clima del planeta por sus flujos de carbono y agua, así que las modificaciones en su biodiversidad y su tamaño resultan determinantes.

Tras analizar 282 especies de árboles, esos especialistas agruparon la biodiversidad de los árboles en cinco grupos según parámetros como crecimiento, reproducción y longevidad.

Estas identificaciones permitirán determinar qué árboles hacen falta a corto o largo plazo para restaurar bosques tropicales de la mejor manera posible con vistas a luchar contra el cambio climático, ya que «la variación en el crecimiento, supervivencia y reproducción de las especies» contribuye a «predecir el almacenamiento de carbono» en esos lugares.

Relación con Tolkien

En 1930, el británico J. R. R. Tolkien, autor de la saga ‘El señor de los anillos’, escribió que enormes árboles llamados Ents cumplían un papel fundamental en el desarrollo y crecimiento de los bosques sin saber que algo menos de un siglo después unos científicos certificarían esas palabras.

Así, los ‘pioneros de larga vida’ son especies como la caoba, el castaño y la ceiba, casi siempre visibles por su rápido crecimiento, gran tamaño y longevidad que, por sus características, permitirían poner más energía en generar biomasa que en tener descendencia.

Nadja Ruger, autora principal del artículo en Science, señala que los resultados muestran que esos árboles son parte «importante» de los bosques antiguos y «representan alrededor del 40 % de la biomasa», una circunstancia que «no hay signos de que disminuya con el tiempo».

H/T –  Actualidad