En el mundo actual el tema de la moda y el maquillaje están cada vez más arraigados, inclusive, a niveles que sobrepasan lo normal, como es el caso de esta chica que después de haber gastado 2.000 dólares en tatuarse sus labios y cejas terminó más bien pareciendo un monstruo.

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Se trata de Stephanie Lange, una gurú de la belleza australiana de 29 años de edad, quien ha abierto recientemente su canal de YouTube para explicar su “historia de horror” sobre un tatuaje cosmético que se hizo tres años atrás; esto con el propósito de concienciar a las mujeres que se planteen hacer cosas así antes de que puedan llegar a arrepentirse.

Esta modelo, asentada ahora en Irlanda, explica que se hizo estos tatuajes años atrás, tras ver muchas fotos en Instagram de gente que se lo había hecho con muy buenos resultados.

“Conozco a muchas personas que han ido al mismo sitio que yo y han tenido muy buenos resultados, por lo que quizás sea solo yo“, aclaró la gurú”.

Sigue explicando: “Estoy haciendo este vídeo como un toque de atención para que sepáis que buscar y que os lo penséis dos veces antes de hacer algo de lo que luego os pidáis arrepentir. Este fue mi resultado y las cosas no siempre son como las presentan“.

Y es que Stephanie siempre había querido tener unas cejas mucho más pobladas, por lo que decidió hacerse esta “intervención” aunque le resultase tan cara.

“Solía pasar mucho tiempo maquillándome y vi en Instagram que había un nuevo tipo de tatuajes de cejas que aparentaban dar buenos resultados… Empecé a buscar en Google donde podía hacerlo y encontré un salón que parecía increíble. Todas sus cejas parecían tan buenas y naturales y los colores parecían increíbles- se veían muy naturales y realistas”, explica Lange.

Agregando: “Encontré también la foto de alguien que tenía unos labios tatuados y yo, por naturaleza, tengo unos labios muy, muy pálidos”.

Así que la modelo pensó que sería buena idea y ahorró durante seis meses los 2.000 dólares necesarios, embargándose a la expectativa de unos geniales resultados.

“Dijeron que [lo que quería], se podía hacer sin problema. Les comenté si podían dibujar también mis labios y me dijeron que no había problema… Pensé que me quedaría un tatuaje con acabado pluma (como la ceja natural), pero como descubriría luego, por mi piel grasa, no podían hacer este acabado con la herramienta de tatuaje que utilizaron“, explica Stephanie.

“Discutimos largamente el color que utilizaríamos, decidiéndome finalmente por un marrón ceniza. Con mis labios fui también muy precisa en lo referido al color”, agrega.

Sthephanie explica que, justo al momento de mirarse en el espejo, se arrepintió de forma inmediata. “Mis cejas estaban negras y mis labios estaban hinchados y enormes, parecía como si me hubiese hecho una inyección de colágeno y estuviesen rojos y enormes. “Mis cejas eran como gigantescos bloques negros encima de mis ojos”.

Pero en dos semanas el color de sus cejas había desaparecido casi por completo y sus labios estaban tremendamente rojos en algunas zonas concretas.

“Después de que las costras se cayeran, en las cejas casi no había tinta y solo quedaba un sutil color naranja, para nada lo que yo quería. Y mis labios se habían desvanecido a un extraño tono rojo que aún no era lo que yo quería tampoco”, declara Lange en su vídeo.

“Parecía que tenía un sarpullido [en los labios]”. “Nunca pagué 2.000$ para que le hiciesen eso a mi cara”, se lamentaba Sephanie.

Finalmente, Stephanie tuvo que perder más tiempo aun maquillándose cada día para tapar el desastre que le habían hecho en la cara. “Mis labios no se veían gruesos y bonitos, sino más bien agrietados y desagradables. Han pasado más de dos años y estoy atascada con estos tatuajes que no se van en absoluto. Los odio”, añadió la modelo tras afirmar que las cejas sí han mejorado mucho gracias a un tratamiento de recuperación que realizó.

“Solo quiero que sepan que estos tatuadores toman fotos de los resultados justo después de las sesiones, de tal forma que se ven frescos y nada que se haya desvanecido”. “No toméis esas fotos como una verdad”, sentencia Stephanie.

“Si estáis pensando en hacéroslo, sed muy cuidadosos con el sitio al que vais, haced una búsqueda exhaustiva y si podéis, mirad resultados de personas que se hayan hecho el mismo trabajo en eses centros antes de haceros cualquier cosa en vuestras propias caras”. Sin duda un gran consejo desde la experiencia.

H/T – Cabroworld