¿Te has imaginado cómo serán los preservativos del futuro? Es una buena pregunta, pues te contamos que nuevos proyectos, basados en el grafeno y otros supermateriales intentan crear condones más seguros, fáciles de colocar y que apenas se noten.

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La verdad es que casi todos los jóvenes declaran que las relaciones son menos placenteras cuando se usa preservativos, incluso un 18% ha sufrido rotura de un condón, al 13% se le ha deslizado durante su uso y un 17% ha perdido la erección al colocárselo.

Sin embargo, desde que se inventaron en 1855, con caucho, hasta fabricarse con látex, los preservativos han evolucionado más bien poco. En 2013, la Fundación Bill y Melinda Gates lanzó un concurso de ideas para reinventarlo. Se presentaron 800 conceptos, y dos se llevaron el primer premio, dotado con 100.000 dólares.

Una de las alternativas consiste en incorporar grafeno a las gomas de látex, pues este material de carbono puro, con un solo átomo de espesos, incrementará la resistencia y las propiedades mecánicas de los condones de segunda generación.

Además, es doscientas veces más fuete que el acero, pero enormemente flexible y elástico. También, tiene la ventaja de que conduce el calor mejor que el cobre, por lo que mejorará notablemente las sensaciones durante el coito. Y para añadirle más, incorporaría sustancias espermicidas o antimicrobianas con el objetivo de reforzar su seguridad frente a infecciones o embarazos no deseados.

HLL Lifecare, dirigido por Lakshminarayanan Ragupathy, también trabaja en un prototipo de preservativo biodegradable, sin olor y compatible con los fármacos preventivos. Hoy en día, algunos consumidores concienciados con la protección del medioambiente optan por condones hechos con piel de cordero, pero son bastante costosos.

El segundo proyecto financiado por la Fundación Bill y Melinda Gates apuesta por otro “material-milagro”: el polietileno. Como ha explicado a la agencia Sinc Ron Frezieres, director del centro Essential Access Health (en California) e impulsor del proyecto, el polietileno es “transparente, inodoro e hipoalergénico, cinco veces más delgado que el látex y notablemente más fuerte”.

Y para solucionar el problema que alegan muchos varones, lo engorroso de ponérselo, el emprendedor Willem van Rensburg inventó hace años el “Rapidom”, que se desprende de su envase y está listo para usar en un solo movimiento con las manos, sin interrumpir el acto sexual. Van Rensburg, responsable de la compañía Kimbranox, dice poner así su granito de arena para luchar contra el sida.

Mientras tanto, en la universidad australiana de Queensland, estudian usar nanocelulosa extraída de una hierba autóctona de Oceanía. La idea es fabricar preservativos más fuertes, finos y flexibles. De momento, han conseguido que, con un grosor un 30 % menor, consigan resistir un 20 % más de presión y un 40 % más de volumen que los modelos tradicionales.

Y por último, desde la Universidad de Northwestern (Chicago), Patrick Kiser aboga por desarrollar nuevos polímeros bioinspirados que imiten las propiedades de las mucosas. Su fin es que los usuarios del futuro tengan la sensación de no llevar nada puesto.

H/T- Muy Interesante