Probablemente tu mamá o tu abuela te dijeron que no comieras ciertos alimentos si no querías tener pesadillas, pues es un mito que tiene muchos años, y aunque suena bastante lógico que así sea, la verdad es que todavía no hay evidencia científica al respecto.

Si lo que comemos influye o no en nuestros sueños siempre ha sido un tema de interés y en 2015 se llevó a cabo uno de los pocos estudios empíricos sobre el tema.

Los científicos canadienses consultaron a 396 estudiantes universitarios de primer año, usando un cuestionario de tres preguntas para evaluar si los participantes creían que ciertos alimentos alguna vez influenciaron sus sueños nocturnos (en ese caso, qué habían comido); también se les preguntó por sueños extraños; y por último se los consultó si también los afectaba comer tarde a la noche.

El resultado fue que el 17,8% de los participantes afirmaban que lo que comían y la hora en que lo hacían, influenciaban sus sueños.

Para estas personas, los alimentos responsables de producir pesadillas fueron los productos lácteos, incluidos el queso, la leche y el helado.

El 19% de los participantes mencionó las comidas picantes. Por otro lado, 26 personas afirmaron que comer tarde les producía pesadillas.

Si bien hay que tomar estos resultados como lo que son (creencias de personas), por ahora solo hay algunas hipótesis, que afirman que es muy razonable que haya relación entre la comida y los sueños, ya que los nutrientes de los alimentos afectan muchas otras cosas como el humor o el nivel de alerta.

Otra posibilidad es que los alimentos afecten los sueños por problemas digestivos. No sería casualidad entonces que los lácteos lideren la lista, ya que mucha gente tiene problemas a la hora de digerirla.

Ustedes qué opinan ¿realidad o mito?

H/T – RumboSDigital